lunes, 23 de junio de 2008

...Odio la discriminación...

Hola.. ps aki les dejo un cuento, si es q se puede llamar asi.. sobre la discriminación ... ps espero q os guste..jeje xq es de mi propia inspiración je... no le he puesto titulo pero al fin y al cabo lo q importa es el contenido.. =P jeje.. asi q enjoy... jeje




Despertó inquieta, ya llevaba rato tratando de conciliar el sueño pero parecía algo imposible, se dio media vuelta y observó el reloj que estaba en una pequeña mesa de madera junto a su cama, ya era pasada la media noche cosa que era extraña porque se había ido a la cama bastante cansada, lo suficiente como para caer rendida.
Thali Montero era una chica muy sencilla y amigable, con una contextura muy atrayente para los chicos, con un cabello ondulado castaño oscuro que le caía debajo de los hombros, unos ojos penetrantes que cautivaban a cualquiera y un tono de piel morena como la canela dulce que complementaba toda su belleza. Estudiante universitaria muy aplicada, cursando 3º año de medicina en una prestigiosa universidad.
A simple vista, Thali era una chica normal y corriente con una larga lista de pretendientes, a ella le gustaban las fiestas y salir con sus amigos, buena hija y ejemplar estudiante, todo la marcaba como una chica perfecta, porque ¿para qué ver los defectos de alguien así? ¿Realmente los tiene?
Decidió tratar de seguir durmiendo, a partir de la mañana le deparaba un día muy agitado en la universidad y no podía darse el lujo de andar desvelada, pero había un pensamiento que daba vueltas en su cabeza y su subconsciente no podía descansar de esa manera.

Al llegar a la universidad, con una cara de no haber dormido medio disimulada por el maquillaje, se encontró con su mejor amiga Blanca, una chica estudiosa que cursaba algunas materias con ella, se conocían desde la infancia.
Blanca Higareda es de esos tipos de adolescentes, alegre y entretenida, con una sonrisa capaz de hipnotizar a cualquiera, de tez blanca, un cabello lacio que le cae sobre los hombros, unos ojos chispeantes que desbordan alegría y era la clara muestra del popular refrán: “los mejores perfumes vienen en frascos pequeños”, pero su baja estatura quedaba opacada por la belleza natural que le brotaba por los poros.
Dicen que algunas veces cuando las amistades son muy cariñosas las personas tienden a pensar en cosas que realmente no están sucediendo, pues ese era el caso de Thali y Blanca, las personas veían algo que realmente no estaba existiendo. Aunque eso a ellas no les importaba para nada, lo que realmente sucedía era una especie de escudo protector que tenían las chicas, por que ellas realmente ocultaban algo, a pesar de que cada una tenía su novio y todos parecían muy felices, la realidad era que Thali sentía algo por la prima de Blanca, una chica llamada Jen, de esta manera Blanca y Thali ocultaban ese gran secreto.
Jen era una muchacha de buena familia que vivía en otra ciudad pero que se habia robado el corazón de Thali, una chica trigueña siempre muy animada y con una personalidad que deja claro que se quiere comer el mundo y que logra todo lo que se propone, con un cabello largo castaño claro y rasgos delicados, además de aparentar mas años de los que poseía, debido al conjunto que hacían su cuerpo y su cara. Poseía la mezcla perfecta y solo con una mirada los chicos quedaban con la boca abierta ante tal belleza.
A pesar de la distancia, estas dos chicas sentían un gran amor y gracias a la ayuda de Blanca se podía hacer realidad, se veían en casa de Thali o en algún sitio privado para que no las viera nadie, más que todo Thali corría en riesgo de ser vista y que el rumor sobre su sexualidad creciera, cosa que parecía poco importarle a Jen porque además de no ser de la ciudad era muy desprevenida y le importaba poco lo que la gente pensara.
Pero un día su cuartada no estubo bien planeada y cuando estana Jen en casa de Thali llegó la mamá y las descubrió besandose, la mamá siendo católica activa y atenta a las reglas que impone la biblia, no acepta este tipo de conductas y decide dejar a su hija en casa y no permitirle salir por un tiempo prudente o hasta conseguir un buen psicólogo que ayude a la “enfermedad” de su hija.
Y así transcurrieron los días, pero Jen no podía soportar estar tanto tiempo lejos se Thali, así que junto a Blanca ideó un plan para sacar a Thali de la casa sin que nadie se diera cuenta y llevarsela para otro lado o ciudad.
Y justo como fue planeado en la mañana cuando no había nadie en casa, si no Thali porque todos estaban trabajando, Blanca y Jen entraron por el patio, ya Thali tenía la maleta hecha porque Blanca le había avisado, salió por la puerta de atrás para que los vecinos no la vieran y huyó junto con Jen. Al día siguiente Blanca se tendría que enfrentar a la mamá de Thali por ser su mejor amiga, pero eso no importaba en ese momento, lo único que importaba era que Thali viviera feliz con Jen.

Al ver por la ventana de la casa Thali observa un lindo paisaje, ahora vive en un pequeño pueblo en las montañas, siguió estudiando medicina y trabajando a medio tiempo, escucha el sonido de la puerta al abrirse y es Jen que llega después de haber hecho un poco de ejercicio, Jen también trabaja a medio tiempo y estudia en la universidad, pero ella recibe una quincena de sus padres que apoyan su noviazgo poco común. Thali ha sido víctima de la discriminación a la comunidad gay, que ha llegado a ser tan fuerte que los propios padres desprecian a sus hijos, y la realidad es que no se puede elegir a quien amar y quien te ama. No importa quienes seamos o la orientación sexual que tengamos deberíamos vivir todos en armonía.


XOXO
Love, Datita...